Librerías o bibliotecas (¿a quién le importa?)

biblioteca

Los programadores de C y C++ sabemos qué son. Sabemos como usarlos. Sabemos crearlos. Los compartimos, actualizamos y los mejoramos. Pero, por alguna oscura razón, no nos ponemos de acuerdo en cómo llamarlos.

Desde hace muchos años existe una discusión sobre el nombre genérico que deberíamos usar para referirinos a esos ficheros que contienen las funciones y clases que usamos en nuestros programas. Un gran grupo de personas consideran que el nombre adecuado es ficheros de biblioteca, y he de decir que esencialmente estoy de acuerdo con ellos. Sin embargo, la mayoría llamamos a estos ficheros librerías, y debo decir que muchas veces también me incluyo entre estos.

El equívoco proviene de su nombre en inglés, que es ficheros library. Este término se traduce como biblioteca, y no como librería, que sin embargo, es la palabra en español más parecida fonéticamente.

Por otra parte a pesar de que esta discusión pueda parecer poco importante, lo cierto es que han corrido rios de tinta, y de mensajes en foros y listas de correo sobre este tema. Lo curioso es que las posturas, lejos de acercarse, se radicalizan y cada uno se atrinchera en sus posiciones y usan sus argumentos como armas arrojadizas.

Desde mi punto de vista, la discusión es inútil, ya que nos entendemos igualmente bien con las dos palabras. De modo que se trata de una discusión es más bien académica.

A favor de biblioteca tenemos que esa sería la tradución literal de library, aunque este argumento está perdiendo terreno, sobre todo desde las últimas acepciones de la RAE para librería y biblioteca:

biblioteca.

(Del lat. bibliotheca).

  1. f. Institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos.
  2. f. Local donde se tiene considerable número de libros ordenados para la lectura.
  3. f. Mueble, estantería, etc., donde se colocan libros.
  4. f. Conjunto de estos libros.
  5. f. Obra en que se da cuenta de los escritores de una nación o de un ramo del saber y de las obras que han escrito. La biblioteca de don Nicolás Antonio.
  6. f. Colección de libros o tratados análogos o semejantes entre sí, ya por las materias de que tratan, ya por la época y nación o autores a que pertenecen. Biblioteca de Jurisprudencia y Legislación. Biblioteca de Escritores Clásicos Españoles.

librería.

  1. f. biblioteca (|| local en que se tienen libros).
  2. f. biblioteca (|| conjunto de estos libros).
  3. f. Tienda donde se venden libros.
  4. f. Ejercicio o profesión de librero.
  5. f. Mueble con estantes para colocar libros.
  6. f. Am. papelería (|| tienda).

A favor de librería sólo tenemos la costumbre. Estamos de acuerdo en que en principio todo proviene de un error de traducción, pero actualmente, el error está tan extendido, asumido e integrado en el lenguaje informático, que es virtualmente imposible de eliminar.

A fin de cuentas, el lenguaje evoluciona, y más pronto o más tarde, se asumen los nuevos significados de las palabras.

Y bien, teniendo en cuenta las definiciones del diccionario, ¿cuál sería el término correcto para una colección de funciones, procedimientos, clases o recursos, librería o biblioteca?

Tengamos en cuenta que los primeros programadores y en general, cualquier persona que inventa una nueva ciencia o técnica, no crea palabras nuevas para cada nuevo concepto. Por eso las jergas están repletas de nuevas acepciones para viejas palabras.

En informática tenemos muchos ejemplos: puerto, puente, enlace, virus, etc. Todas estas palabras tienen significados en otros contextos, y las hemos tomado "prestadas" con la excusa de que hay conceptos informaticos en las que parece haber similitudes. Biblioteca es uno más de esos conceptos, aunque en una biblioteca C no hay ni un solo libro.

En ese sentido creo que ninguna de las dos palabras (librería o biblioteca) se ajusta por completo a lo que es una librería C. Mucho menos si entramos en cosas como librerías estáticas o dinámicas, donde el paralelismo se pierde por completo.

Por cierto, acudamos a Google. Esto es muy curioso. He buscado cuantas veces aparecen en la red determinadas palabras:

56.500 de "librería C"

72.900 de "biblioteca C"

1.930 de "librería C++"

7.510 de "biblioteca C++"

1.050 de "librería estática"

2.250 de "biblioteca estática"

3.700 de "librería dinámica"

2.610 de "biblioteca dinámica"

Tanto en C como en C++ parecen existir más bibliotecas que librerías, pero la proporción entre unas y otras es más pareja en C que en C++.

Con las bibliotecas estáticas, la proporción sigue a favor de biblioteca, sin embargo, parece que en el caso de las dinámicas, nos gustan más las librerías.

Hay otros dos grandes conjuntos de palabras más peliagudos que usamos en informática, y ambos son alglicismos.

El primero es el de los anglicismos que se usan a pesar de haber palabras en español perfectamente válidas, porque al traducirlas cambian de singnificado de forma radical: bug, byte, boot, software, etc. Nunca decimos: bicho, mordisco, bota o parte blanda. Sencillamente nos hemos negado a traducirlas.

El segundo es el de los anglicismos que se usan a pesar de haber palabras que sí hay palabras cuya traducción es válida: backup, firewall, plug & play, router o slot. Estas palabras aparecen continuamente en documentaciones, libros, artículos, blogs (otra de esas palabras por cierto ;-)).

A veces he defendido librería argumentando que es más fácil interpretar cosas como las extensiones de los ficheros (.lib), o las opciones del compilador. Pero tengo que reconocer que este es un argumento sin mucho peso, puesto que no tengo incoveniente es usar palabras como ensamblador, a pesar de que se use "asm" para las mismas cosas.

También, a pesar de que me molesta que se usen palabros como linkar o debugar en lugar de enlazar o depurar, soy muy permisivo con librería.

Creo que esto nos pasa a muchos de los que hemos defendido librería ante biblioteca: nos aferramos a un error, y lo defendemos más allá de lo razonable.

Este artículo no pretende acabar con esa discusión. Sé de sobra que es algo imposible y sin sentido. Lo que pretendo es hacer ver lo inútil de tal discusión.

Por mi parte, a partir de ahora usaré biblioteca en mis textos, pero no me enfadaré si alguien usa la palabra librería.